Una de mis mayores iquietudes sobre el medioambiente es que nuestra generación, a pesar de los esfuerzos, no sea capaz de revertir el daño que le hemos provocado al planeta, y que cuando las generaciones próximas vengan ya sea demasiado tarde.
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Como juventud debemos potenciar la coordinación entre los diferentes actores responsables de tomar decisiones en post de la protección del medio ambiente: la clase política, las ONGs, las municipalidades, las escuelas y la empresa privada. Los jóvenes tenemos facilidad para organizarnos, conectarnos, discutir, pero muchas veces carecemos de las habilidades para ejecutar, monitorear y evaluar las soluciones propuestas, y por eso es fundamental la coordinación con otros actores, que nos puedan ayudar a diseñar, ejecutar y evaluar las acciones necesarias para proteger el medio ambiente.
Ante ese posible escenario pesimista, les dejo la idea de "stubborn optimism" de del libro "The Future We Choose" de Christiana Figueres. Trata de cambiar nuestro camino a estas alturas es totalmente posible, pero solo con un esfuerzo colectivo y un optimismo tan robusto, que nos sacuda fuera del camino actualmente preestablecido.