Imbuidos en un sistema que nos absorbe y corrompe debemos responder a los estímulos propuestos de dos maneras:
La manera buena definida por mí, es el amor, la cooperación, el trabajo en equipo, la solidaridad (más cerca de la racionalidad)
La manera mala definida por mí, es el individualismo, el egoísmo y el acaparamiento (más cerca del instinto)
En un contexto de recursos limitados, una naturaleza errática y no apta para el sedentarismo, un nuevo planeta donde la tecnología es el pilar fundamental para la sobrevivencia humana y la pobreza material e intelectual tiene un único destino: la extinción.
Es necesario que Eros sea más fuerte que nunca en pro de un objetivo común: Felicidad
¿Seremos capaces de corregir nuestra trayectoria?
El amor transforma y al transformarnos damos pie a nuevos espacios y formas, y antiguos espacios y formas van quedando atrás, ese proceso es similar a la muerte, en ese sentido eros y tánatos son uno, el amor es cambio y el cambio requiere de enfrentar muchas veces cierto dolor.