Me imagino el futuro con un panorama un tanto desolador.
Si bien el desarrollo tecnológico se avecina con una pendiente infinitamente elevada, creo que nos está deshumanizando mucho, haciéndonos perder lo que nos caracterizaba, con el fin de poder exprimirnos más y ser comprendidos cada día más como una cifra.
Siento que cada vez la participación política es menor, la gente ya no entrega su opinión, no existen instancias de participación ciudadana, el ambiente en redes sociales está muy polarizado y cada vez el afecto hacia las personas es menor.
Creo que estamos cayendo en una burbuja de aislación personal sin precedentes, donde cada uno va por su camino y las instancias colaborativas se han visto menoscabadas.
Como jóvenes nuestro rol debe ser cambiar eso, mediante diferentes instancias de fomento a la interacción social y la discusión. Ahí la ciencia como método de cuestionamiento tiene un rol sumamente importante que jugar.